
Uno de los mayores retos del guerrero académico es administrar su dinero. El pasaje debe estar asegurado, pero en el camino aparecen distracciones: gomitas de 200 o bombones de 700 que poco a poco vacían el bolsillo. Con 14 mil pesos al día, los gastos inteligentes son la clave. Para el desayuno, una almojábana o un pan cuestan mil pesos; si el antojo aprieta, un buñuelo desde 700. Al llegar el almuerzo, la mejor opción es un casero económico de 8 mil. Con eso comes bien, te queda energía para la jornada y guardas lo justo para volver a casa.